Los directivos que pasan desapercibidos no suelen llegar a lo más alto de la organización, según un nuevo estudio de la Universidad de California en Berkeley. Muy al contrario, aquellos que hacen ruido, que se hacen notar, aunque no sean los más competentes, tendrán más probabilidades de alcanzar puestos de mayor responsabilidad.
La asertividad es una habilidad personal que nos permite expresar nuestros sentimientos, deseos, opiniones y pensamientos, en el momento oportuno, de la forma adecuada y sin negar ni desconsiderar los derechos de los demás. Es una manera de llegar a conseguir los objetivos que nos proponemos sin sentirnos incómodos por ello ni incomodar a los demás.
“El arte de exponer tu opinión sin crearte un enemigo”. Fácil, concreto y directo, decir las cosas que se piensan sin perjudicar la relación.
Algunas personas la confunden con la empatía y cierto es que no se puede ser asertivo sin tener empatía con la otra parte, otras con la diplomacia que muchas veces se aleja del concepto de decir lo que se piensa.
Una de las metas dentro de la empresa debiera ser expresar en el momento oportuno y de forma adecuada nuestras ideas y opiniones, con la capacidad de mejorar la actitud de respeto y objetividad y efectividad en la tarea de comunicar y desenvolverse bien en la conversación con Jefes o subalternos.
La mejor manera de lograr la asertividad es dialogando con uno mismo antes de interactuar con otro.
Es importante comportarse con Ética, dejar de lado el conflicto de intereses, confidencialidad y reserva.
Los directores deben tratar de forma justa y deben supervisar que los empleados y funcionarios traten de forma justa a los clientes, proveedores, competidores y empleados de la Empresa.
Deben brindar a sus empleados, en la medida de sus posibilidades la colaboración que estos requieran para el buen desarrollo de las actividades.
Tener tu diálogo interno antes de lidiar con otra persona, sirve para poder ajustar tu comportamiento para ser asertivo.
Un comportamiento asertivo es importante ya que es un ladrillo para construir una cultura organizacional orientada al empoderamiento, el involucramiento y el aprendizaje. Antes de realizar cambios culturales es bueno realizar entrenamientos en asertividad.
Cuando eres el jefe, necesitarás ser muy asertivo, recuerda que eres el líder, y para que tu organización vaya en el camino correcto, el jefe debe tener inteligencia emocional.
Si debes llamar la atención a alguno de tus empleados, hazlo en privado, y si debes hacer críticas, que éstas sean constructivas.
Ser asertivo:
Aumenta la confianza y seguridad en ti mismo.
Te permite ser auténtico sin ser grosero.
Generas e inspiras respeto.
Te ayuda a tomar buenas decisiones.
No ser asertivo:
Ser agresivo o pasivo.
Provoca a los demás.
No se controla y puede maltratar física o verbalmente.
Ira, con respuestas agresivas.
Humillante en ocasiones.
Actitud de ridiculizar a los demás.
No sabe expresar sus sentimientos y callan.
No defiende sus derechos.
Inseguros / necesitan sentirse aceptados.
Se dejan manipular con facilidad.