Un grupo familiar puede unirse a través de la creación de un negocio, lo cual implica que sus miembros deban trabajar, tomar decisiones, cumplir ciertas tareas y distribuirse los beneficios de forma justa. La empresa familiar, por su naturaleza, presenta ciertos retos que le son únicos, y que no se observan en proyectos de otra naturaleza.
A simple vista existe la creencia de que la empresa familiar se caracteriza porque sus miembros trabajan en equipo y tienen lazos fuertes. Al mismo tiempo, los integrantes sacrifican algunas comodidades durante los inicios con la esperanza de obtener ganancias.
La lealtad, el compromiso y la dedicación al negocio son profundos y están arraigados. Sin embargo, familia y empresa son piezas sueltas que precisan ser ensambladas.
Es preciso separar la relación familiar de la de negocios, intentando mantener relaciones sanas a través de las diferentes generaciones.
En este sentido planificar es el secreto. La planificación financiera y patrimonial apunta a preservar la empresa. También ayuda a prevenir conflictos.
Del mismo modo, elaborar un diagnóstico y un esquema de trabajo le permite a la empresa conseguir sustentabilidad en el tiempo.
Se observa también una resistencia al cambio. Los mayores suelen resistirse a aceptar las críticas y cuestionamientos que las nuevas generaciones (hijos, sobrinos) realizan a los procesos que han funcionado por décadas, mientras ellos se sienten coartados al no poder llevar a cabo sus ideas o aportar su creatividad. La profesionalización sostiene los vínculos, evita conflictos entre sus miembros y logra en la mayoría de los casos, una sucesión exitosa.
Las empresas son dinámicas como las familias, y están en continuo crecimiento y cambio. Para que el negocio sea competitivo y logre permanecer será necesario hacer modificaciones, sin olvidar las ventajas que ofrece.
Los expertos recomiendan que -con acuerdo entre las partes- se proceda a:
* Diseñar protocolos que permitan implementar el proceso de transición intergeneracional y que guíen a la organización hacia su futuro.
* Realizar actividades de capacitación a los integrantes de la familia y, en especial, contención de los sucesores en el negocio.
* Elaborar propuestas integrales que definan las responsabilidades de:
– quiénes participarán de la conducción y gestión de la empresa,
– los derechos y responsabilidades de los accionistas (aquellos integrantes que continuarán sus actividades en forma independiente a la empresa familiar).